La selección española de waterpolo ha sucumbido este martes ante Croacia (8-7) en la segunda jornada del torneo masculino en los Juegos Olímpicos de Londres, una derrota marcada por la polémica, ya que los árbitros negaron un gol legal de Iván Pérez en la última acción del encuentro porque entendieron que el balón no había entrado en la portería.
El esloveno Boris Margeta cobró un inesperado papel protagonista en el desenlace del choque, ya que su juez de línea dio por válido el espectacular tanto de Pérez, que había acertado con un tiro lejano de espaldas, pero el árbitro principal se negó a conceder el tanto generando la indignación en el banquillo español. De nada sirvieron las airadas protestas del seleccionador Rafa Aguilar ni los abucheos desde la grada, que se sumó al clamor cuando vio la repetición por el videomarcador.
Esta sorprendente decisión arbitral anuló la gran remontada del equipo español, que perdía por tres goles en el tercer cuarto (7-4). La inspiración de Alberto Español, imparable cada vez que la defensa rival le concedía un segundo para armar el brazo, permitió a España empatar el partido antes del último cuarto (7-7).
Sin embargo, los cuatro goles anotados por el barcelonés no encontraron premio. En un tenso último cuarto marcado por la intensidad defensiva a ambos lados de la piscina, un tanto de penalti de Sandro Sukno a falta de un minuto ponía por delante a los balcánicos. España logró empatar a la desesperada con una genialidad de Pérez a falta de ocho segundos, pero el colegiado echó por tierra la remontada.
Los pupilos de Rafa Aguilar habían logrado equilibrar el choque tras una primera parte irregular, en la que se vieron superados por los vigentes campeones de la Liga Mundial. El juego coral de los croatas les procuró sendos parciales favorables de 2-1 y 3-2 en los dos primeros cuartos, mientras Felipe Perrone mantenía a flote a España haciendo daño al contraataque.
