Se puede diseñar menús equilibrados en vacaciones que nos permitan disfrutar del placer de los sabores más intensos y exquisitos sin renunciar a mantener la línea. Lo que sigue no es otra cosa que una manera saludable de conseguirlo.
Entrantes
•Ligeros y más vegetarianos. La fibra vegetal sacia y calma el apetito. Una esmerada presentación del plato hace el resto. Patés, embutidos y fritos, aunque sabrosos, son calóricos e indigestos.
Platos principales
•Ensaladas y germinados son el acompañamiento perfecto para una buena digestión.
•De las carnes, las aves-pavo, pollo o avestruz- y los solomillos de cerdo o ternera son las menos grasas.
•El equilibrio dietético pasa por respetar las cantidades -125 gramos por ración para carnes y 150 gramos por ración para pescados- y cocinar sin demasiados condimentos y salsas grasas.